Por Carolina Mitriani, Argentina.- Momentos de contraste se vivieron en el Polideportivo Villa El Salvador para la selección argentina de gimnasia artística. Apenas comenzada la competencia por los puestos clasificatorios masculinos, Julián Jato (19) padeció una fuerte e inesperada caída en el primer aparato. El equipo albiceleste no tardó en intervenir, comandado por el cuerpo médico y sus representantes restantes. Lucas Barros, entrenador del combinado, recalcó la preocupación del cuerpo y compañeros de equipo. “Los chicos estaban muy preocupados, no sabían qué hacer”, relató.
Federico Molinari otorgó la triste noticia a AIPS, confirmando que la lesión implica fractura de tibia y peroné. Distinto fue su destino, al quedar en segundo lugar de anillas en el cierre de la jornada. El lunes será un día clave para conocer sobre su avance a instancias de medallas y rumbear su camino hacia Tokio 2020, un ritmo de competencia al que acostumbra. Lo acompañan en buenos resultados Santiago Mayol y Daniel Villafañe (All Around) y Daniel Villafañe (anillas)
Nicolás Córdoba, que compitió de forma rotativa tras la lesión de su compañero, comentó en zona mixta que “resultó difícil arrancar y seguir adelante, concentrarse” tras el episodio. Era notable nerviosismo y lo hizo explícito: “no nos dejan estar con los celulares adentro, así que no sabemos nada. Pero ahora hay que hacerle el aguante. Esperemos que se recupere Juli”.También tomó consideración sobre los aparatos, que son algo distintos a los que acostumbran en Argentina.En medio de la vorágine por saber acerca de la salud de su compañero, contó que ”cada uno tuvo una falla, un aparato bueno. Los resultados yo los tomo siempre positivos”. Sobre su puntual participación -sin la serie de barra por la que entrenaba para la final- no se mostró pesimista sino todo lo contrario: “voy a seguir entrenando para ver si puedo meterme a la final del mundial y clasificar a los Juegos Olímpicos”.