Primero de Mayo 2021, queda consagrado como el segundo Día del Trabajo que celebramos en pandemia. Paradójicamente la manida frase “vivir para trabajar o trabajar para vivir” ha adquirido ahora un nuevo significado. No estamos ocupados en que tengamos la certeza del sueldo a fin de mes, o de un estresante horario. Tampoco lograr que la jornada laboral sea compatible con el ocio y la concordia familiar. Ahora hablamos de salvar vidas y empleos.
Las fechas no son simples números en el calendario. Las efemérides no son solo recuerdos para conmemorar episodios históricos. Las estadísticas tampoco son frías cifras. Lo más dramático es cuando las estadísticas pasan a ser personas y tienen nombre y apellido. Asistimos a diario a la tragedia que hay detrás de cada una de esas situaciones. Solo abril nos dejó 1642 fallecidos. Nuestras condolencias, ánimo y afecto a todas aquellas personas que han perdido a un ser querido a causa de la pandemia. La vida, una vez más, es lo más valioso y lo más importante.
Vivimos tiempos que siguen siendo complicados y sobrecargados de incertidumbre. Esa fluctuación de los estados de ánimo que provocan inseguridad e indecisión, nos afecta a todos.
Todo indica, desde la ciencia y el análisis, a conciencia de los hechos y su desarrollo, que el virus Covid-19 nos marca un antes y un después en la sociedad mundial. Podríamos incluso arriesgar algo más en el análisis expresando que la pandemia forma parte de la gran globalización del mundo.
La vacunación se acelera y continúa a buen ritmo. Se vislumbra como algo alentador que nos depare un futuro esperanzador a pesar de las graves consecuencias que sufrimos todavía. Los más vulnerables empiezan a estar inmunizados y poco a poco imaginamos el retorno a la ansiada regularidad y poder cada uno retornar a casa sabiendo que logró conseguir el pan de cada día.
Hay más desafíos, reducir la brecha de género, atender el trabajo no remunerado son temas pendientes del mundo del trabajo pero no desconocemos que la prioridad es hoy la salud y el mantenimiento del empleo.
Desde nuestra Institución, sabiendo que las soluciones a las crisis de los medios – acentuadas por la Pandemia – no serán fáciles ni sencillas de revertir, abogamos por el mantenimiento de las fuentes de trabajo congratulándonos con aquellos que tienen la dicha de conservarlo. Merecido reconocimiento para aquellas trabajadoras múltiples, que realizan una esencial labor con el permanente trabajo no remunerado, para atender hijos, hogar, familia.
¡Feliz 1° de Mayo!